Pero para ser claro, cuando hablo de fritos no me refiero a comida frita en general. No son papas fritas, ni pollo frito, ni yuca frita... En esta ciudad y en la costa en general, cuando uno se refiere a "fritos", se refiere a ciertos platillos en particular, tales como la arepa de huevo, los quibbes, las arepas dulces, las carimañolas y sobretodo... principalmente... LAS EMPANADAS.
Y es que en Cartagena, los fritos son una tradición que se ha mantenido año tras año. No puedo recordar una etapa de mi vida sin ellos y eso es algo que agradezco infinitamente. Mi corazón no tanto.
Tuve la oportunidad de estar en tres lugares dedicados a este manjar. No escribo de uno en particular porque este blog se dedica básicamente a explorar sitios en Bogotá, pero no podía dejar pasar la oportunidad de dedicarle unas cuantas palabras a este plato típico de esta ciudad que quiero tanto. Estuve en la clásica tienda que vende fritos de desayuno hasta en el XXX Festival del frito de Cartagena, un evento sacado de un cuento de fábula donde el protagonista es el aceite.
Empecemos.
Inicialmente, para comer este tipo de comida hay que despojarse de dos cosas. La primera es saber que hay que dejar en el cuarto del hotel cualquier sentimiento de culpa. Personas en dieta o personas que cuentan cada una de las calorías que se comen, evitar este tipo de comida. Lo segundo que hay que quitarse es la duda. Los fritos son deliciosamente dañinos. No pregunte cómo se hacen, ni con qué se hacen, ni cómo se fritan. Mientras menos sepa, mejor.
"La cultura del frito: Tienda de Carlos Tulio"
El primer lugar está ubicado en el barrio "Manga" en la avenida Jiménez. Un lugar estéticamente... normal. Una casa vieja Cartagenera, con una gran terraza frontal donde tienen las mesas, un mostrador en donde atienden a las personas y hacia adentro se puede ver claramente a tres mujeres armando, fritando y despachando frenéticamente. No espere mucha amabilidad acá... ni en ninguna parte de Cartagena donde tengan algo de servicio al cliente. Existe cierta actitud en las personas de la costa que cuando lo atienden a uno da la impresión de un poco de grosería pero al final, uno entiende que es parte de la cultura. Retomemos. El primer lugar deja muy poco para la imaginación en su nombre. Este lugar se llama "La cultura del frito: Tienda de Carlos Tulio". Como su nombre lo dice, la especialidad del lugar son los fritos. Arepa e'huevo, quibbes y empanadas hacen las delicias de este lugar. Pedí uno de cada uno porque lo necesitaba. Porque ese 1/4 de costeño que corre por mi sangre lo estaba necesitando. Estaba necesitando esa dosis de grasa.
Luego de probar cada uno de estos elementos, solo tengo una palabra para la arepa e'huevo y para los quibbes de este lugar: Espectaculares. La arepa, frita en su punto. Con carne y un picado que la convierten en algo único. Nada comparable con la disque "arepa de huevo" cachaca. Esa arepa cauchuda e insípida. No señor. Esta arepa es una sinfónica para el paladar. O mejor, una champeta de las buenas. De las de Elio Boom. El quibbe, como solo en la costa lo saben preparar. La empanada, sin pena y sin gloria, pero solo por comer una arepa'e huevo y un quibbe de este lugar, vale la pena ir. Vale la pena pagar el taxi. Acompáñela con jugo de níspero o de maracuyá que los venden ahí mismo. O por qué no? Con una Kola Román helada. Además, no abusan en precio. No son el bony que cogió fama y subió precio y bajó calidad. Y no son arepas tipo Gourmet, que al final solo significa que son 4 veces más caras y de una tamaño ridículamente pequeño. No, no, no. Deliciosas y a un precio justo. Los fritos de la "Tienda de Carlos Tulio".
Conclusión:
Con la arepa y el quibbe, no hay pierde. D E L I C I O S O.
Calificación:
4.8/5
Lugar
Arepa e'huevo
Quibbe
Empanada
Ají
Suero
Precios
Ubicación
La siguiente parada fue en Bocagrande en un sitio llamado Friggi-Friggi. Tiene en su letrero dos banderas que indican el tipo de cocina que manejan: Una de Colombia y otra de Italia. De Italia. De Italia... Si, hay que repetirlo varias veces para encontrar el significado de esa bandera. Yo no lo encontré.
Como es común en estos sitios en donde venden fritos, la señora que frita estos manjares se encuentra afuera exhibiéndolos. Provocando al transeúnte.
Aquí pedí la clásica arepa e'huevo, unas empanaditas pequeñas y algo muy común en la costa llamada "papa rellena". Después de haber probado los fritos de Carlos Tulio, la vara había quedado muy alta, y desafortunadamente Friggi Friggi no le llegó a los talones al primer lugar. Estaba rico, de eso no hay duda. Pero nada como el primer lugar. Los precios, muy buenos. Venden 7 empanaditas de carne por 2.000 pesos, lo que se me hace una muy buena promoción. La papa rellena, un puré de papa envuelto en "algo" frito (Que no sé que es) con carne, estaba bien de sabor. La arepa algo salada. Y un gran punto negativo: No venden ni jugo de níspero ni de corozo. O por lo menos ese día que yo estuve ahí no tenían. Lástima.
Si está en Bocagrande, vaya. No está mal, de hecho es muy rico. Pero Carlos Tulio se lo lleva por delante.
Conclusión:
Aguanta el desayuno
Calificación:4.2/5
Lugar
Cocinera
Empanada "7 por 2.000"
Papa rellena
Por último, el XXX Festival del frito de Cartagena
Si, como lo leyó. El Festival del frito de Cartagena ya cumple su trigésima versión. 30 años de un Festival que reúne a las y los mejores cocineros(as) de fritos de Cartagena en un parqueadero donde se alzan alrededor de 50 puestos llenos de bandejas que exhiben una cantidad impresionante de frituras, que invitaban a matarse lentamente. A acabar con esas pobres arterias.
Este es un Festival muy esperado por todo el pueblo de a pie de la Heroica. Un Festival que estoy seguro que la crema y nata de la capital de Bolívar niega tajantemente en sus reuniones sociales, pero que es tan cartagenero como los picós que hacen sonar terapia criolla o champeta a decibeles absurdos, como el castillo San Felipe o como el extinto Magaly París.
Fui invitado por mi amigo de infancia Rafael Suárez, una persona con un basto conocimiento de toda la cultura popular costeña y en este caso en particular, del frito cartagenero. No tendré como pagarle esta experiencia.
Su servidor de azul y Rafa de café
Retomemos. Allí se encuentran propuestas clásicas, con distintos sazones pero todo delicioso. Arepa e'huevo, carimañolas de carne y queso, empanadas, buñuelos de fríjol blanco, arepas dulces... Otras un poco más arriesgadas y que entran en la categoría del concurso como "arepa innovadora": Arepa e'huevo marinera (Camarón, chipi chipi, ostras...), rellenas de chicharrón (Es que casi que una redundancia gastronómica, una exageración), rellenas de pollo, de chorizo... Lo que hay es para probar.
Al final, habrá un veredicto que determinará quién es el ganador por categoría, trayéndole prestigio al cocinero(a) y creándole un compromiso a él y a los demás participantes de llegar el próximo año con algo nunca antes visto en materia de arepas e'huevo para así, adjudicarse la corona del mejor.
Conclusión:
Por su valor cultural, por las propuestas creativas, por el ambiente... Perfecto.
Calificación:
5/5
Festival
Exhibición
Carimañola
Más exhibición
Arepa e'huevo marinera
Y por último, un bonus de delicias criollas. Hay muchos lugares para comer coctel de camarón, pero ninguno como el de este lugar en el centro de la ciudad. Es una enseñanza de mi abuela, así que no hay pierde. Ahí les dejo la inquietud.
Conclusión:
Salsa, limón, ají, camarón... Todo en su punto.
Calificación:
5/5
Salsa, limón, ají, camarón... Todo en su punto.
Calificación:
5/5
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