De empanadas y otros placeres criollos: Sentimientos encontrados... La empanada de "Empanaditas de Pipián, Los Troncos"

Esta entrada va dedicada a los escarabajos colombianos que hacen lo que ningún político: Dejar muy en alto el nombre de nuestro país. Que grandes todos nuestros ciclistas. Qué grandes todos esos gladiadores que compiten en este deporte, que es para mi, el más duro del mundo. Magos, capos, súper hombres. ¡Grande Nairo! ¡Grande Rigo! ¡Grande Arredondo! ¡Grande Henao! ¡Grande Duarte! ¡Grande Pantano! ¡Grande Duque! ¡Grande Torres! ¡Grande Chalapud! ¡Grande Rubiano! ¡Grande Quintero! ¡Grande Romero! ¡Grande Anacona! ¡Grandes todos! ¡Muchas gracias!

Luego de haber visto con mucha emoción a estos deportistas dejar nuestra bandera en lo más alto y luego de ver con bastante cólera los tuits de uno que otro político adjudicándose ese triunfo, tenía que celebrar con una empanada. Así que fuimos a este lugar llamado "Empanaditas de Pipián, Los Troncos".

Este lugar tiene variedad en su menú, siendo la especialidad del lugar la típica empanada de pipián que si mal no estoy, es una receta de Popayán. Claramente, tenía que pedir unas cuantas de estas y bueno, probar una que otra de la carta porque no podía quedarme con las ganas.

Fui con mis eternos acompañantes de aventuras empanadísticas (esposa e hijo), ya que la opinión de ellos para mi es fundamental. Mi pedido fue el siguiente para tres personas: 10 empanadas de Pipián (sabía de antemano que esta empanada era pequeña pero tenía que guardar campo para comerme alguna otra del menú), una gaseosa y una Pony.

Al llegar nuestro pedido a la mesa, sentí esa sensación de sentirse medio tumbado... ¿Pagué un poco más de 11.000 pesos por 10 bocaditos de empanada y dos bebidas pequeñas? Muy exagerado el precio. Si acaso, cada empanadita de pipián de este lugar debería costar alrededor de qué ¿400-500 pesos? Ese para mi, sería el precio justo para este bocadito pero ¿900 pesos? Ufff... Lógicamente, todos quedamos con mucha hambre, pues 3 empanaditas de estas no llenan a absolutamente nadie. ¿Qué si estaban ricas? Si, pero tampoco eran algo del otro mundo como para tener ese precio (¿Se nota que quedé medio disgustado con el tema?).

Bueno. Ya estábamos acá, ya nos habíamos sentido tumbados pero ya nada podíamos hacer. Entonces decidí darle la oportunidad a las demás empanadas del menú. Pedí dos cachacas, una valluna y una "maduro" (relleno de queso, maduro y bocadillo). Estas empanadas si tenían un tamaño que correspondían a su precio. Debí empezar por ahí en vez de lanzarme a pagar las de Pipián de entrada...

La cachaca es de papa rellena de carne desmechada. La masa es de harina de maíz. En términos generales, estaba rica y fresca. Un poco fuerte su sabor por la sal pero nada grave.

La valluna estaba rellena, si no me equivoco, de carne y papa criolla. Los comentarios son los mismos... Su sabor estaba un poco fuerte, como pasado de sal pero se deja comer tranquilamente.

La otra empanada, la de maduro, la pidió mi esposa. Yo no soy el fan #1 de la comida dulce mezclada con sal, pero mi esposa me cuenta que esta estaba buena. Que la mezcla la hacía bien rica como para abrir o cerrar una faena empanadística. Según ella (yo le creo), tenía lo suyo.

Y bueno, importante en este lugar pedir el ají de maní. Me ofrecieron el ají de la casa, pero si no pregunto por el de maní, se me hacen los locos. Y vi que lo mismo pasó con los demás clientes. ¡Hay que pedirlo!

En conclusión, es un sitio que para mi pasa como un buen lugar y ya. Está rico, pero pues creo que he estado en otros muchos mejores.